Adela encarga a Tato que vigile a su tío Manolo, ya que detecta un olor nuevo en sus camisas y desconfía de él. Tato empieza entonces a anotar en su libreta cada movimiento de Manolo y Benito. Por otra parte, Tony y Noelia deciden transformar el gimnasio en un bar de copas y encargan la reforma a Manolo y Benito, pero éstos ya tienen otro encargo pendiente. Manolo convence a Benito para llevarla a cabo, pero él no lo tiene muy claro. Después de rechazar el trabajo que tenían entre manos y decidirse a acometer la reforma del gimnasio, los dos albañiles ven en el patio una furgoneta de la competencia.