Tania tiene problemas con la gente que la trajo a España porque les debe tres millones de pesetas. Si no los devuelve, puede acabar en un bar de carretera. Manolo y Benito deciden casarla con Tato para que así consiga la nacionalidad española, pero éste, aprovechando que Manolo y Benito están haciendo una obra en casa de un comisario de policía, tiene un plan. Cuando llegan los individuos al día siguiente, Tato se esconde y graba la conversación con el fin de entregársela a la policía y organizar una detención propia de una película.